Bárbara Ruiz-Tagle debutó con éxito en el mundo de las teleseries el año pasado, con el rol de la rusa “Irina” en “Corazón de María”. Y ahora da un gran salto en su promisoria carrera de la mano de “Leontina Aguirre” en “El Señor de la Querencia”, la nueva teleserie nocturna de la red estatal para la que cambió de look y se convirtió en una dama de época que por culpa de un amor imposible es capaz de sacar toda su maldad.
¿Cómo fue pasar de la rusa “Irina” a “Leontina”?, hubo una transformación en look y forma de ser…
–El cambio físico fue agradable, por volver a lo natural, porque el pelo quedó muy parecido a lo que era yo antes.
¿Te había gustado el look de la rusa?
–Yo ya me creía la muerte con el look de “Irina”.
O sea, como que igual te dolió cambiar un poco…
–Fue un agrado cuando supe que “Leontina” iba a ser castaña, porque dije ´voy a volver a ser yo´, pero sacarse el rucio era sacarse a la rusa, entonces, eso también me da pena. Yo le debo mucho a la rusa, para mí era exquisita… ella me dio muchas alegrías.
Y este personaje de “Leontina” es malvado, con mucha amargura interior…
–Sí, “Leontina” es una mujer que tiene sobre los cuarenta años, súper culta, instruida, tiene un parentesco con “José Luis” (“El Señor de la Querencia” interpretado por Julio Milostich) y es la institutriz de los tres hijos de la familia “Echenique-Amenábar”. Se transforma un poco en la dama de compañía de la esposa de José Luis, “Leonor” (Sigrid Alegría), pero en el fondo es una mujer llena de secretos, autoritaria y con mucho resentimiento. Entonces se empieza a volver en la sombra de “Leonor”, porque el objetivo de ella es informar cada paso que da “Leonor” a “José Luis”.
Y “Leontina” está enamorada de “José Luis”…
–Claro, ese es el gran secreto de “Leontina”, que ella ama en secreto a “José Luis”… eso es muy doloroso porque ella es testigo de estas locuras, de estas pasiones de “José Luis” y se lo guarda porque lo ama por sobre todas esas cosas, un amor imposible en el fondo.
Por lo que “Leonor” es su rival…
–O sea, absolutamente, ella lo único que quiere es pillarla en algo. De hecho “Leontina” pilla a “Leonor” en este romance con “Manuel” (Alvaro Rudolphy), entonces, ahí por fin tiene un motivo para ocupar el lugar de “Leonor” en la casa.
Es decir, un personaje de temer…
–De temer, villana, villana.
Te van a odiar…
–Sí, me van a odiar todo el rato, aunque yo pensé que con la rusa me iban a odiar y no me odiaron, parece que había un carisma, le perdonaban la maldad, pero de verdad creo que “Leontina” no va a ser un personaje muy amado, porque la “Leonor” es muy adorable.
A los actores les gusta mucho ser villanos, ¿qué tal fue hacer de mala?
–Yo toda la vida lo quise, que me tocara de la mala, pero fue súper difícil, fue un trabajo que costó, es estar diez horas al día tocando una tecla muy fuerte.
Tiene una carga muy potente…
–Claro, por eso yo creo que a mí se me hizo muy difícil, porque venía de la rusa, que era exquisita, ella estaba jugando todo el día, era feliz a pesar de todo, en cambio, “Leontina” es una mujer con mucho dolor en el alma y no puede demostrarlo para fuera, entonces, trabajar eso como actriz fue súper complejo porque es meterte en terrenos complicados.
¿Y estás preparada para que el público te odie?
–Creo que los odios más grandes se los va a llevar “José Luis”, a mí me pueden llegar a decir que estoy en el bando equivocado… porque también hay mucho amor detrás y quizás por eso ella se podría salvar. Ella no nació mala, ella tiene una razón súper grande para hacer lo que hace y eso la gente lo entiende.
Pero igual te odiarán…
–Sí, yo creo que ahora sí que sí, ahora sí que no me salvo y yo creo que uno nunca está preparado ni para el amor más grande ni para el odio más grande, así que vamos a tenerlo que vivirlo no más.
Y debutas en las teleseries nocturnas que hoy son tan deseadas por los actores, ¿cómo te sientes con eso?
–La verdad es que yo tengo un pensamiento sencillo, yo estoy donde me llamen, si es nocturna, si es de las ocho, si es infantil, para mí el trabajo, la entrega y el compromiso va a ser el mismo. Me tocó una nocturna que viene detrás de una enorme, que tuvo un éxito rotundo… yo lo único que hago es trabajar para la teleserie que me toque, a mí no me pasa lo que le al resto de los actores, que toda la vida de ahora en adelante quieren trabajar en nocturnas, no, yo voy a estar donde me llamen, lo único que me interesa es trabajar.
¿Pero sentiste algún tipo de diferencia tomando en cuenta que venías de “Corazón de María”?
–Ya partiendo hay una diferencia enorme en el número de actores y yo creo que es algo que se trabaja más profundamente, por la temática, por el tiempo, porque somos menos actores y porque hay más relación con los guionistas y la directora.
Y los desnudos, ¿te tocan en esta teleserie?
–Sí, pero para mí eso no es tema.
¿No te complicó?
–No, hay un ambiente de mucho respeto adentro y de verdad que a uno se le olvida que todo Chile después te va a ver pilucha, no es lo que te preocupa en ese momento, por lo menos para mí no es tema.
¿Nunca te lo cuestionaste?
–No me lo cuestiono, quizás me lo voy a cuestionar cuando un director me pida más de lo que he dado hasta ahora y hay que tomar en cuenta que esta es una nocturna de época y existía el corset, entonces, las mujeres estábamos refugiadas ahí, los desnudos no son iguales a los de “Los Treinta”.
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