domingo, 5 de octubre de 2008

Fernanda Urrejola :"La traición es una condición humana"



Hasta en los momentos en que se siente más incómoda, Fernanda no deja de poner una cara agradable, como diciendo "por favor, no me preguntes de eso". Incluso, se acomoda en el sillón y juega a subirse sobre los brazos laterales. No para de mover las piernas. Es hiperkinética. Por eso mismo, dice que no ha podido encontrar aún su tipo de yoga. Porque como necesita gastar más energías y traspirar, encuentra que el Ashtanga y el Iyengar son muy pasivos para ella.

¿Serán sus 27? No son muchos años, pero ella asegura que está más grande, más madura que hace cinco años, cuando entró a la televisión para ser una de las protagonistas de la teleserie juvenil 16. No añora nada de esa época, excepto los 21 que tenía, pero la experiencia ganada no la cambia por los años de menos. Dice que ahora está contenta, que a pesar de las cosas que le han pasado, todo es enseñanza y lo asume como un avance


De momento está más que concentrada en las grabaciones de Hijos del Monte, donde hace el papel de Beatriz, una mujer casada con un hombre bueno (Claudio Arredondo), pero que tuvo un hijo con su amante (Francisco Pérez-Bannen)


Antes, Fernanda se despertaba al alba para ir a nadar y, a pesar de que sigue sintiendo la necesidad de meterse al agua, ya casi no lo hace. Le cuesta levantarse temprano, y eso que cuando tenía menos años todavía, su día empezaba de madrugada para emprender su viaje desde Lampa hasta su colegio, el Kent School en Pedro de Valdivia. Ahora, sólo 10 minutos extras en la mañana son un verdadero tesoro.


Fernanda está sola. Vive en Providencia y en una ubicación más que estratégica: está relativamente cerca de TVN y es vecina de una de sus hermanas, donde puede ir a regalonear con sus sobrinitos cuando quiere. Esa especie de comunidad le gusta, porque según explica, su familia es un soporte importante en su vida.




La ha necesitado, como todos, pero especialmente cuando se separó muy joven; o cuando terminó su relación con el actor Benjamín Vicuña; o como ahora, hace poco, cuando el pololeo con el periodista Fernando Lasalvia se acabó. No le gustó nada que se filtrara a los medios, y aunque fue mucho menos el acoso periodístico en comparación con la vez que terminaron con Vicuña, igualmente le molestó.


Pero todo eso está lejos para ella, porque, dice, su energía está enfocada en el papel de la teleserie de TVN. Uno que, explica, le ha costado trabajo lograr porque ha tenido que enfrentarse con el otro lado de la infidelidad: "Yo no lo he vivido y tampoco lo comparto (engañar a una pareja), pero he terminado por entender y hasta justificarla internamente para poder darle más fuerza al personaje".




-¿Cuál es tu parada frente a la infidelidad?

-Yo voy porque te digan siempre la verdad y también porque uno diga siempre la verdad. Las cuentas claras conservan la amistad y el amor. Para mí, la base del amor es la verdad y la sinceridad. Pero no es tan fácil juzgar a las personas.-




¿Qué justifica una infidelidad?


-Que una esté enamorada de otra persona.




-¿Te has enfrentado al engaño en tu vida?


-Me da lata entrar ahí.... Nada, qué te puedo decir. Sí.




-¿Cómo has reaccionado, con calma o devolviéndola?


-Noo, yo soy bien digna también, no ando haciendo escándalos ni ninguna cosa. Para mí es bien simple la cuestión: si tú no quieres a alguien, no tienes por qué estar con esa persona. Creo absolutamente en el amor, soy una persona muy romántica, pero también creo que también se acaba y nadie te puede obligar a querer a otra persona. Si tú dejaste de querer, te vas nomás, en silencio, enfrentando la situación (...). La vida continúa, de lo malo siempre viene algo bueno. Es bueno pasarlo mal, porque después lo pasas mucho mejor.




-¿Tienes desconfianza en el otro género?

-No, yo creo que las mujeres son igual de infieles (que los hombres). Es una condición del ser humano. Yo no voy diciendo por ahí "los hombres son todos unos malditos", no, para nada. Creo que siempre te puedes ver enfrentado a una traición. Incluso tú mismo puedes traicionar a alguien y uno nunca sabe.-¿Cómo se repone uno de una desilusión amorosa?-Me da lata hablar de mi caso. Ya te dije harto.


Hace algunas semanas, Fernanda aparecía en tres producciones simultáneamente. Partía con la teleserie 17 (una reposición de TVN), después en Hijos del Monte y los domingos terminaba en Gen Mishima, una serie de la que se siente orgullosa de haber estado por lo vanguardista y novedoso de su realización, aunque piense que tenía problemas de horario y que era un poco compleja en su guión. Era una verdadera maratón "urrejoliana" en TVN.




-¿Qué te complica de esta sobreexposición?


-No me había puesto a pensar en eso. También está lo de La Polar, que no es menor. Cuando veo 17 no puedo creer que haya cambiado tanto, y pensar que estábamos recién aprendiendo, me da ternura. Es súper bonito.




-Has cambiado mucho...
-Haaarto. Claro que no echo de menos nada... Bueno, me encantaría volver a tener 21 de nuevo, pero siento que he cambiado para bien. En Gen Mishima ya se ve que controlo mejor los movimientos ante las cámaras (no pueden mirarlas de frente y deben coordinarse con el director y los otros actores para que la toma sea precisa). Y en Hijos del Monte estoy con este pelo largo, mucho más naif.




-¿Qué te pasa en la calle con la exposición mediática?
-Yo paso muy piola. La gente es muy respetuosa, muy piola. De verdad, llevo mi vida muy tranquilamente. No me ando tapando ni nada. Bueno, me pongo lentes oscuros porque me fascinan los anteojos, pero no pasa nada.




-¿Eres una de esas actrices que no da muchas entrevistas o haces apariciones extra?


-Sí. Hubo un minuto en que se me escapó un poco de las manos, que me vi involucrada mediáticamente (durante su relación con Benjamín Vicuña) y a partir de eso dije "ya, ok...".


-¿Fue en ese momento que pusiste un freno?


-Sí, dije "esto no va por aquí. Mientras no tenga que hablar de un proyecto, ¿para qué voy a dar una entrevista?". Incluso cuando me llaman para preguntarme cuál es mi disco favorito, eso a mí me da estrés, ja, ja.-¿Pero te molesta?-Yo sé que es parte de la pega, no sé si me alcance a molestar.


Hay algunos periodistas que son bien insoportables, que te llaman para la casa y al celular, y no me gusta.


A veces se paran afuera del canal... Ahora, por suerte, no me buscan tanto como antes; ahora hay personajes muuucho más interesantes, como Adriana Barrientos o Luli, ja, ja.-




¿Por qué quisiste ser rostro de una multitienda?

-Me demoré tres años en decir que sí. Tenía la sensación de que era muy chica y que necesitaba primero trabajar y sentirme un poco más firme antes de ser rostro de una multitienda, porque es una sobreexposición importante. O sea, en la calle dejas de ser la Clarita o la Beatriz y pasas a ser el nombre de la marca. Había que ser cuidadosa en qué multitienda elegir también... Cuando ya me sentí un poco más relajada, cuando a nivel de pega ya no tenía nada que demostrarle a nadie, me decidí. Además, cuando me mencionaron que también estaban conversando con Jorge (Zabaleta) dije "okey".-Pero los otros actores quizás no ven bien esto de asociarse con una empresa...-Cuando ya casi tenía tomada la decisión, les pregunté a todos mis maestros, de puro insegura. Y la respuesta fue aprovecha, dale, siéntete tranquila, segura, porque no estás haciendo ninguna maldad, no le estás mintiendo a nadie, estás aprovechando tu momento y eso es legítimo. Entre los actores hay harto doble discurso, hay algunos que le hacen asco a la televisión, pero creo que es doble estándar. En el momento en que ellos tienen la oportunidad de ganar esas lucas y dejar de trabajar en un restaurante, todas esas cosas se van a la cresta. Cuando uno entra a la escuela se dice que para ser un buen actor no se puede tener prejuicios, sin embargo, todos los actores son muuuy prejuiciosos.
Fuente : Mujer

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