viernes, 4 de enero de 2008

María José Prieto: "La gente me va a odiar"


Está feliz y se le nota. Está grabando de lunes a sábado la próxima teleserie de Chilevisión y las jornadas son intensas: hasta 20 escenas diarias. Pero ella no se hace problema, porque dice que ha ordenado los tiempos para mezclarlos con las clases de yoga que imparte dos veces por semana y su relación a distancia con Cristián Campos, que actualmente vive en Washington como agregado cultural, y que por estos días la visitaba en Chile. Pero las exigencias de su agenda no parecen haberle pasado la cuenta.

Ella misma asegura que tiene razones para tanto entusiasmo. En la segunda producción dramática de Chilevisión, que se llamará Mala Conducta y que saldrá al aire durante la primera quincena de marzo, para competir mano a mano con TVN y Canal 13, debutará en dos géneros que no había realizado en TV: por primera vez será villana y por primera vez hará un papel de comedia. Hasta ahora, dice, lo está pasando tan bien que se levanta feliz a grabar su personaje, inspirado, entre otras, en Cecilia Bolocco, modelos televisivas varias y en la clásica mujer trepadora, que será pareja del rol de Willy Semler y que anticipa que se ganará el odio del público.

¿Qué pensó cuando le dijeron que sería la villana de la historia?
Siempre es atractivo hacer de mala, porque puedes expiar todas sus perversiones a través del personaje. A mí me han tocado muchos roles sufridos, que me han encantado, pero siempre la mala lleva la connotación más entretenida.

¿Y cómo ha sido la experiencia?
Lo entretenido de Flavia (el nombre de su personaje) es que es una villana, pero a la vez es muy divertida, porque sale con cada cosa. Es muy ochentera, de clase media, y que con mucho esfuerzo ha hecho de su clóset una cosa espectacular, porque gasta la plata que no tiene en ropa. Su objetivo es escalar en la vida y todo le importa un rábano, incluyendo su hermano (que interpretará Tiago Correa). Es picante y no tiene pudor, es súper desvergonzada. Va a ser atractivo para la gente verme en una faceta distinta.

¿Cómo preparó el papel? Porque es muy diferente a lo que le había tocado antes.
Ella es muy exagerada, pero la gracia era no caer en la maqueta, que es lo que distancia al personaje del público. Me inspiré mucho en el zoológico nacional, porque Flavias hay hasta debajo de las piedras. Es cosa de prender la tele y uno ve a 30 personajes así. Y ella también tiene a su ídola: admira mucho a Cecilia Bolocco y le gustaría ser como ella. Admira mucho esto de tener un marido mayor para que la mantenga. No estoy diciendo que Cecilia necesite la plata, pero la Flavia sí. Y eso me hizo bastante fácil agarrar tics o guiños de distintos personajes nacionales.

¿Algún otro personaje en que se haya basado?
Es un popurrí: desde las modelos de Sábado Gigante, hasta la gente que sale en S.Q.P., estos programas de farándula donde hablan y opinan sin tener mucha idea y con un vocabulario no muy apropiado. Hay mucho material.

Cuando habla de gente que sale en espacios de farándula, ¿a quiénes se refiere? ¿Daniella Campos, Pamela Díaz?
Prefiero no dar nombres, porque uno no sabe de quién se pueden agarrar para aparecer en la portada de un diario y prefiero no ser yo.

¿Cómo surgió que Bolocco fuera su modelo a seguir?
Para mi personaje no hay nadie mejor que Cecilia, que en realidad es como la diva de Chile, y además estaba el tema con el hombre mayor. Ahí dije: ¡Tate!, claramente ella se va a proyectar en Bolocco. Y entonces Pelayo (Willy Semler) vendría siendo su dulcito y de hecho le dice así en la teleserie. Además, claro, le gustaría tener un Máximo, pero en realidad le va a poner Salomón si es que queda embarazada.

¿Incorporó otras cosas de ella, además de decirle "dulcito" a su pareja?
De la Bolocco no. Más de estas chicas de S.Q.P. y de los matinales. Y también de los malls. Flavia se pone silicona, pero no le alcanza para la operación, así es que se las saca en su casa. También se pone pelo falso, para sentirse más deseada y femme fatale.
¿Este personaje le ha permitido hacer catarsis y conectarse con su lado oscuro?
Sí. Se pega un poco, eso es lo peligroso. De repente salgo de grabar y empiezo a hablar con el vocabulario de Flavia o con sus modales, que son mas gruesos. No sé, las maneras se van contagiando, además que uno puede ir echando afuera lo que te hubiese gustado hacer en la vida real pero que no hiciste. Y lo estoy haciendo con este personaje sin ningún freno.

Flavia se describe, además, como una mujer trepadora, dispuesta a todo por conseguir un hombre. ¿Cómo se siente interpretando a ese arquetipo femenino?
Bueno, ahí uno tiene que sacar lo que lleva dentro (se larga a reír). Quizás yo soy un poco más pudorosa, pero en el fondo, todas tenemos nuestra geisha dentro. No sé si soy tan manipuladora como ella, espero que no (risas). Pero sí hago uso de esas herramientas que toda mujer tiene. Todas podemos llegar a ser muy yeguas y sacar las garras por tu hombre. Ahí nos sale lo animal que tenemos.

En la teleserie se abordará la moda del happy hour. ¿Usted pasó por esa experiencia o de tácticas similares cuando era más chica?
No tanto. No iba a los happy hour ni nada así. Pero eso está totalmente instaurado, y para alguna gente es su escape, donde no sólo se relajan, sino que también pueden empezar a cazar a sus futuras presas, conocer al fulano, al hombre casado. Es un tema interesante para abordar como sociedad.

¿Siente que con este papel Chilevisión le dio una oportunidad que no había logrado?
Ese fue uno de los retos por los que me fui de Canal 13. Poder proponer que su ídola fuera la Bolocco, que a Willy (Semler) le dijera "dulcito". Ya fui la heroína, ahora hay que hacer algo distinto. Hay directores que tienden a seguir una línea, porque uno resulta en este personaje, y ahí los actores y el público se aburren.

Para muchos actores los roles de villanos resultan los más memorables. ¿Piensa que le puede pasar lo mismo?
Claro, los antagonistas marcan. A mí me dicen "prepárate, que te van a odiar en la calle", y me da nervio. Pero por otro lado tiene mucha comedia, entonces creo que la gente me va a odiar, pero también se va a reír mucho conmigo.

¿Se ha hecho expectativas con el impacto del personaje?
Me he hecho más expectativas por los comentarios que me han hecho. Uno siempre está al "aguaite", como diría Flavia, de la respuesta de la gente. Siempre está la inseguridad de la actriz, pero he recibido tantos estímulos que las expectativas están altas. Ojalá que la gente lo reciba bien y me crea en esta faceta.

¿Le preocupaba ganarse la antipatía de la gente?
Sí, y es gracioso, porque hay actrices que cuando les dan el rol de mala, tratan de ponerlas como víctimas y buscan unas excusas terribles. Y no hay nada mejor que vivir el personaje a fondo, y si la gente te va a odiar, te odiará no más. Porque esos malos que son a medias tintas, y que al final son víctimas de las circunstancias, mejor que no. Es mejor ser una mala de tomo y lomo y aguantar no más el escupitajo en la calle.

¿Tiene villanos favoritos o referentes de otras teleseries?
Viene un poco de cerca la recomendación, pero a mí me encantó Iván Andrade, de Marparaíso, que lo hacía Cristián (Campos, su pareja). Ahí se lucía. Y entre las actrices, Sarita Mellafe de Fuera de Control. Paulina (Urrutia) es total.

Para la risa

Esta es la primera vez que hace un personaje en clave de comedia en TV. ¿Por qué no lo había hecho antes?
No se había dado, por lo que hablaba antes: hay directores a los que les da susto explorar otras cosas o ciertos personajes.

¿Le tenía respeto al género, que siempre se comenta que es muy difícil de lograr?
Claro, a mí antes me salía mucho más fácil el drama que la comedia. En eso me ayudó el teatro. Ahí hice comedia con gente como Rosita Nicolet, Tichi Lobos, Jaime Vadell o Fernando Farías. Ellos me enseñaron muchas cosas.

¿Se ha notado la evolución del área dramática del canal, después de Vivir con 10, que usted contó, era una producción más artesanal?
Era más sacrificado, sí. Pero ahora hay un aprendizaje, y eso es exquisito. Ya pasamos la primera etapa. Que hayan confiado, que hayamos hecho un mea culpa, un análisis para seguir avanzando, hacen que el día de mañana la de Chilevisión pueda ser una de las áreas dramáticas más solidas.

¿Hay más presión? Porque la primera tuvo un poco de experimento...
... Con hartos perdonazos.

¿Y ahora?
Ahora hay que jugar de verdad. Creo que están más confiados, por eso mismo nos tiran a los leones en marzo, a la competencia firme con los canales grandes.

Personalmente, ¿siente más presión con un personaje tan central a su cargo?
Se siente el peso, pero está bien. Hay que ser fuerte y capaz de ser caballito de batalla y dar la pelea. Siento que a Vivir con 10 le fue súper bien. Pese al rating, fue una teleserie de culto, y ahora, teniendo un mejor producto, ¿por qué no avanzar un par de puntos más?

Se nota que hay más presupuesto, porque fueron a grabar a Las Tacas hace algunas semanas.
Y queremos volver. Cuando nuestros jefes vean las imágenes van a decir "hay que mandarlos todos los meses". Porque además de que lo pasamos súper bien, se veía precioso.

Además, usted ya había grabado en Las Tacas...
Sí, tengo muy buenos recuerdos de Las Tacas.

Me imagino...
(Risas) Grabamos Corazón Pirata allá con Canal 13 (teleserie donde conoció a Cristián Campos y empezó su relación sentimental). Fue muy entretenido. Bueno, ahora estaba cerrado el bar y el restaurante, pero la pasamos bien igual.

Hablando del plano personal, ¿cómo es mantener una relación a distancia, con Cristián Campos como agregado cultural en Washington?
Es muy intelectual (risas). Lo bueno es que ahora la tecnología ayuda. Tenemos mail, teléfono y messenger. Y nos vemos cada tanto. No pasa mucho tiempo sin vernos, no aguantamos. El ahora está acá (vino a pasar Navidad y Año Nuevo a Santiago) y yo, apenas tenga unos días, voy a ir para allá. Así se mantiene.

Además, hace poco pasaron todas sus vacaciones juntos.
Es imposible estar seis meses sin vernos. No pasa más de un mes o un mes y medio.

Con sus grabaciones, me imagino que el esfuerzo mayor por venir debe recaer en él.
Sí, obligado. Y está Semana Santa, si es que dan vacaciones. Hay que ir inventando.

¿Entonces lo han manejado bien hasta ahora? Sin sufrir.
Sí, hasta ahora (sonríe). Soy de la teoría de vivir el momento, porque pueden pasar tantas cosas. Es mejor disfrutar el ahora. No sé, tratar de ver lo positivo. Me siento súper afortunada. De verdad el año pasado fue exquisito para mí, pero para la mayoría de la gente y mis amigos fue un año difícil. Tuve mucha suerte.

¿Cuáles son sus planes para 2008, más allá de la teleserie?
Tengo un cortometraje que se va a filmar la próxima semana, y estoy buscando obras para marzo o abril, porque hay dos posibles textos. Para mí el teatro tiene que tener un sentido importante para hacerlo. Uno graba hasta el sábado, y el domingo descansas, entonces tiene que ser una obra que me apasione mucho para trabajar de lunes a domingo.

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