viernes, 18 de enero de 2008

Catalina Guerra: "En TVN no me valoraron como hubiese querido"

Catalina Guerra (37) está rubia y aún no se acostumbra al mirarse en el espejo. Cuenta que el viejo refrán de que "los hombres las prefieren rubias" es algo que ahora constató en terreno. "Nunca había tenido el pelo de este color. Los hombres miran mucho a las rubias, así es que estoy feliz", dice entre risas respecto de su nuevo look, que adoptó tras dejar TVN para integrarse al elenco de Camera Café, la nueva serie de Mega que debuta este lunes a las 21.45 horas.





La nueva imagen tuvo una inspiración insospechada: Raquel Argandoña. Guerra quería un cambio radical, y tras conversar con la actriz Patricia López, que también actúa en la comedia, llegaron a la conclusión de que el look tenía que ser semejante al de la ex Miss Chile. Con la idea en mente, la actriz llegó una mañana hasta una peluquería en Las Condes y tuvo que elegir entre dos coloristas. Sin saberlo, casualmente eligió a la misma persona que atiende a la ex "opinóloga" del canal estatal. No habían pasado ni cinco minutos cuando la mismísima Argandoña apareció en el lugar. ¿Resultado? Ambas terminaron conversando y riéndose de cómo la actriz se había inspirado en ella.

Con nuevo color de pelo y nuevo canal, Guerra dice que esta nueva etapa la tiene reencantada. Además, se suma su relación sentimental con Rodrigo Santa María (29 años), hermano de la periodista Constanza Santa María.

En lo personal se le nota feliz.
Sí, con pareja y súper feliz... El año pasado, en el lanzamiento del Teatro a Mil, llegamos juntos y nos tiraron las cámaras encima. Fue horrible. No sé, parece que era como ver al niñito que salió con la tía... ¿pero sabes? La edad no es un tema para mí ni menos para mi entorno. Se ve joven, pero como son las cosas en este país, si un hombre anda con una mujer menor, lo aplauden, pero si es al revés, como que te miran raro. Eso me carga.

En lo profesional, su último trabajo en teleseries fue Corazón de María y el personaje tuvo muy poco desarrollo. ¿Está de acuerdo en que fue un rol pequeño?
Puede ser, pero creo que la historia era mucho menor de lo que fue. Como vieron que funcionó, le agregaron cosas, pero fue pequeña.

¿Siente que podrían haberle sacado más partido?
Sí. Uno lleva tantos años trabajando y te toca de todo, porque cuando tienes un contrato con un canal, estás a disposición de lo que estimen conveniente. Por eso este año decidí tomar mi carrera en mis manos y decidir qué proyecto hago y cuándo.

Una opción similar a la que han tomado varios de sus colegas.
Es cierto, y quiero ver qué me gustaría hacer, dónde me siento más útil, y creo que en TVN se cerró un ciclo de trabajo.

¿Tiene que ver con sentirse poco valorada?
Sí, porque si bien el trabajo en TV puede ser muy entretenido, las teleseries a veces son un trabajo largo y tedioso. De repente te toca la mala pata de tener un papel más o menos y llega a ser aburrido, pero hasta ahora sentía que sacrificaba eso por una estabilidad económica. Hoy me siento más en condiciones de elegir.

¿Se desencantó de lo que le estaban ofreciendo en el canal estatal?
Más que desencantada, diría que cuando uno pierde el sentido de las cosas, hay que retirarse. Y me sentí un poco cansada de la rutina de las teleseries, que no tiene que ver con los canales, pero quiero hacer cosas entretenidas. Es súper importante sentir que te están sacando partido, y cuando eso no pasa, es evidente. Uno lo nota, se dan cuenta ellos y la gente.

Su mamá, Gloria Münchmeyer, también se fue de TVN a Mega hace un tiempo.
No quiero hablar mal de nadie, pero creo que el sentirse valorada es algo súper importante. Y siento que en TVN no me valoraron como hubiese querido. Pero no me cierro a ninguna posibilidad, y el día de mañana puede que vuelva a hacer una teleserie allá o en otro canal. Mi opción, en este momento, es dedicarme a hacer lo que siento de corazón, donde me sienta cómoda y feliz. La teleserie sigue siendo lo mismo y para nosotros, como actores, pierde en relación a las sitcom o los proyectos bicentenarios que se están haciendo. Por eso es un desafío y uno se siente desarrollando otras capacidades.

¿Cómo llegó a Camera Café?
Me llamaron hace unos meses. Aún no he grabado, asi es que siento como que no estoy ni aquí ni allá. Además, no estar en TVN es raro, y cuando me encuentro con compañeros, me dicen que me echan de menos.

¿Qué le gustó de este proyecto?
El humor. Hace rato que quería hacer algo entretenido y me siento cómoda. A lo largo de mi carrera he hecho varias veces humor, y de verdad siento que ahí me están sacando partido. La cosa creativa del humor me fascina, y es complejo, hay que mirar los tiempos y es difícil, porque es una ecuación muy entretenida, pero me siento viva. Camera Café es igual a como se hace en el extranjero: una cámara fija, como ojo de buey, en que uno se ve bastante feo y todo ocurre en una oficina muy simple, que tiene una fotocopiadora, el baño y ascensor, así es que el gran desafío tiene que ver con la actuación. Mi personaje usa traje con chaqueta y mucho oro en las manos. Es divertido.

¿Se ha angustiado un poco al no tener ese ritmo a full que dan las grabaciones?
Creo que ha sido bueno estar en la casa. Llevaba dos o tres años sin parar, una teleserie tras otra. Estoy contenta y menos ansiosa. No tengo que demostrar nada a nadie. Saberse querida y valorada es muy importante.

Fuente : La Tercera

Fotos : www2.netexplora.com y La Tercera

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