viernes, 15 de febrero de 2008
Los actores con un pie fuera de la TV
a es un lugar común: actores que explican su trabajo en televisión porque así pueden dedicarse, el resto del tiempo, a sus otros proyectos menos lucrativos. Pero desde hace un tiempo, hay un puñado de actores que optó por el camino inverso, y que habiendo quedado en los márgenes de la pantalla, convirtieron esos otros proyectos en su actividad principal. Y no tienen quejas de los resultados. Con un pie dentro y el otro fuera de la TV.
"No he metido todos los huevos en la canasta de la tele", asegura Renato Munster. El actor cuenta que tiene claro que la televisión es un medio importante para su carrera, pero que "no le hace favores a nadie". Todos coinciden en que siempre es bueno tener un plan B, que amortigüe los golpes cuando los canales dejan de llamar y que a veces resulta más conveniente que la TV. Munster cuenta que con su productora Urbano y la compañía de teatro ...Y gran elenco ha llegado a facturar cerca de $ 30 millones mensuales, con algunos de los montajes que ha presentado durante el verano. "Si sabes manejar el teatro de una manera profesional, tiene que darte sueldo" señala el actor .
Magdalena Max-Neef se prepara por estos días para ser una de las protagonistas de Mala Conducta, la nueva teleserie vespertina de Chilevisión, pero dice que igual tiene claro que "uno tiene que saber que la televisión es así, uno no la maneja. Por eso es necesario tener proyectos personales". Así, coordinará la demanda de tiempo de las grabaciones con su trabajo en la compañía Teatro Aparte y su puesto como jefa de carrera de la escuela de actuación de la Universidad Santo Tomás.
Otros rostros han logrado diversificar aún más sus alternativas laborales, como es el caso de Marcela Osorio. La protagonista de Sussy actualmente distribuye su tiempo entre la medicina china, los estudios de antroposofía pedagógica y sus proyectos actorales. Durante 2005 y 2006, Osorio participó en la obra Pijamas, que realizó más de 300 funciones en varias ciudades de Chile y desde marzo de 2007 está en cartelera con Los Comediantes. Y ella cuenta que con una obra exitosa se puede llegar a ganar "sobre el millón y medio mensual".
Juan Pablo Sáez fue uno de los primeros actores en convertirse en empresarios teatrales. Hace nueve años abrió el Teatro San Ginés, donde está a cargo de la programación y producción de las salas. En el plano actoral realiza al menos una obra al año. Sin embargo, cuenta, siempre está abierto a la posibilidad de volver a la TV, mientras pueda compatibilizar sus horarios con San Ginés y sus labores como director de la Escuela de Teatro del Instituto Aiep.
"Estaba todo el santo día en el canal y yo no soy capaz. Necesito estar haciendo muchas cosas". Así es como describe Rodrigo Bastidas su paso por la teleserie Machos, de UC-TV. Y aunque actualmente tiene un contrato con Chilevisión por Mala Conducta, antes de firmar se aseguró de coordinar las grabaciones con su programa en radio Infinita y sus presentaciones teatrales. "He tenido otras ofertas bien interesantes, pero no las acepté porque me tomaban mucho tiempo", señaló Bastidas.
Fernando Kliche es otro que hizo de las actividades extratelevisivas su principal ocupación y fuente de ingresos. Así, se enfoca en sus giras por el país, donde realiza monólogos y cafés concert. Paralelamente tomó un papel en Lola (Canal 13) y participa en el Teatro en Chilevisión. Según asegura, el paso a estar sin TV después de protagonizar teleseries como Marrón Glacé (Canal 13) no fue catastrófico. "Nunca trabajé en un canal de televisión pensando que era mi única opción. Yo no le pertenezco a nadie, mi trabajo, opción laboral y sustento dependen de mí".
Remigio Remedy es otro caso de actor que no toma las ofertas televisivas indiscriminadamente. Después de su paso por Papi Ricky (Canal 13), el actor firmó con Chilevisión para participar en el remake de la serie española Ana y los Siete, dejando en el camino una oferta para actuar en Lola. A pesar de tener un contrato bajo el brazo en este momento, no ha dejado de lado sus actividades fuera de la televisión, que incluyen el bar Punto G, que maneja junto a su esposa, Pamela Villalba, y el montaje de obras como Orgasmos y Le Doy o No Le Doy, que realizó en 2007. "Yo no sacrifico el teatro por contratos", asegura describiendo su filosofía.
Fuente : Glamorama
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