Esta semana debieran aparecer las escenas que graba hace ya dos semanas y que la tienen como una exitosa concertista en piano de origen italiano, que regresa a Chile doce años después de abandonar a su familia. Bajo el nombre de Marina, Paola Volpato entrará a escena como la madre ausente de Francisca Lewin y mujer de Francisco Reyes, cuyo anhelo es reconquistar el amor de ambos.
Un trabajo que, reconoce, la tomó por sorpresa, porque no estaba en su agenda ser parte de esta historia, que ya entra en su cuarto mes al aire. Es más, el telefonazo llegó en medio de los preparativos para la inauguración de su tienda de moda —Desbordadas”, que abrió sus puertas el viernes pasado—.
“La verdad es que esta incorporación fue bastante presurosa, pero era algo que podía ocurrir, porque por contrato, aparte de tener que hacer una teleserie, también tengo que participar en 20 capítulos de algo más, puede ser una serie u otra teleserie como en este caso. Al principio fue un poco complicado, porque uno siempre quiere más tiempo para elaborar un personaje, pero en la TV las cosas son así”.
Sin embargo, cuenta que enfrentó este trabajo sin prejuicio y sin hacerse eco de los comentarios y cuestionamientos a esta historia que no ha tenido el impacto esperado por TVN.
“Nunca es bueno abordar algo desde el prejuicio. En el caso de lo que ha pasado con «Viuda Alegre», más que críticas a esta teleserie, el gran tema acá es qué está pasando con los productos de las ocho de la tarde. Es el nicho el que está en crisis, es el público el que ha cambiado y la gran lección de todo esto es que es urgente hacer un cambio. Tal vez se mantiene un estilo que tuvo éxito hace cinco años, pero que claramente ya no está funcionando. Y es algo que yo he vivido. Pocos recuerdan que el año pasado estuve en la teleserie de las ocho en el segundo semestre”.
Cuenta que en medio del apremio por iniciar este nuevo rol, una grata coincidencia ayudó a la rapidez con la que se posicionó del mundo de Marina, su personaje. “Cuando estaban presentándome el personaje, la primera mujer que se me vino a la cabeza fue Cristina Gallardo-Domâs, porque mi historia es la de una pianista exitosa, que se mueve en los más importantes escenarios del mundo y pensé en el look de esta soprano, porque personalmente me encanta cómo ella se saca partido, el estilo tan marcado que tiene, con el que consigue sobresalir siempre, pese a ser tan menuda”, argumenta.
En paralelo, Pablo Núñez, quien está a cargo de la estética de la teleserie, también pensaba en Gallardo-Domâs al elaborar el estilo del personaje de Volpato. Eso agilizó enormemente la construcción del look de Marina. De hecho, al día siguiente partieron juntos a seleccionar telas.
Y no cabe duda de que esa parte del trabajo le encantó a Volpato, quien se tiene bien ganada la fama de mujer estilosa y vanguardista al vestir. Algo que corrobora la ropa que, junto a sus hermanas, diseña en su tienda, y la forma en que ella a diario viste. A lo que suma su debut como diseñadora de vestuario teatral en la obra “El mercader de Venecia”, experiencia que repitió al hacerse cargo del vestuario del montaje “Caída libre”, que protagoniza Alvaro Rudolphy y que se estrena la próxima semana.
Fuente : La Nacion
Foto : La Nacion
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