Dar leche a la guagua en el camarín y luego grabar una escena. O memorizar libretos mientras cambian pañales. Son parte del backstage de algunas actrices que viven la maternidad por estos días. Otras, en cambio, han tenido que hacer un alto en sus carreras. Todas coinciden en lo difícil que es retornar a la TV, luego de tener un hijo. Claudia Pérez resume: "La maternidad es poco compatible con la televisión. Para cuidar a mi hija me he postergado bastante como actriz". Luego del nacimiento de Elisa, de seis meses, la actriz de las teleseries nocturnas de TVN no ha retomado la pantalla. "Los trabajos que he logrado hacer este año son esporádicos. Es difícil volver. Los canales están preocupados de alargar teleseries y no en las que vienen", dice ella.
La última producción donde actuó Pérez fue en Montecristo (Mega). Luego rechazó la renovación de su contrato con Roos Films. Ella precisa: "Por no tener un contrato de trabajo indefinido, como la mayoría de los trabajadores, una debe renunciar cuando coincide con el embarazo o el postnatal. Me ofrecieron un rol en Fortunato, pero debí rechazarlo por mi embarazo. No podía firmar el contrato y ocultar mi estado".
Pérez alude a los contratos con los canales o productoras, la mayoría a honorarios o a plazos fijos y sólo por los meses en que se extienden las grabaciones. Así, sólo aquellas actrices que tienen contratos de trabajo por uno o más años están protegidas con el pre y postnatal. Es el caso de Luz Valdivieso, de TVN, que hoy se dedica a su hija de dos meses (María) con la garantía de recibir su sueldo a fin de mes. "Antes grabé más teleseries de las que estipula el contrato, así es que este año he podido dedicarme a mi hija sin la obligación de hacer otra teleserie. El canal se ha portado bien conmigo", cuenta Valdivieso.
Para el Sindicato de Actores, Sidarte, el caso de Valdivieso es una buena excepción a la regla. "Con los contratos a honorarios, las actrices quedan desprotegidas al embarazarse. El Sidarte trabaja para que esas irregularidades terminen, para exigir a canales y productoras el contrato", dice su presidenta, María Fernanda García.
En el año 2003, Catalina Pulido demandó al canal estatal por ser despedida estando ella embarazada. Ahora dice que la situación ha mejorado: "Hoy, la situación es mejor, gracias a esa experiencia y al apoyo de la ministra de Cultura, Paulina Urrutia. Mi relación con TVN ha mejorado, y en su momento lo conversé con (el entonces director ejecutivo) Pablo Piñera".
Francisca Imboden apareció por última vez en televisión en Alguien te mira, donde lució su embarazo. Ahora su hijo, Mariano, tiene nueve meses. La actriz dice que su receso en pantalla ha sido planificado, porque prefiere dedicarse a su tercer hijo y sólo volverá a las teleseries con una oferta convincente. "Cuando mi contrato con TVN terminaba dije en el canal que quería estar fuera de pantalla, al menos en los primeros seis meses de vida de mi hijo. Soy defensora de la lactancia materna y quise disfrutar a mi hijo sin la presión de la tele, que es bastante", explica la actriz. Este año, Imboden ha trabajado para la red estatal en la miniserie histórica Huidobro, mago es el poeta y en el telefilme El inquisidor. Y reconoce que no ha tenido más acercamientos con su ex canal, pero sí con otras televisoras.
Por su parte, Javiera Díaz de Valdés también vive su maternidad fuera de pantalla. Dice que su hija Rosa de tres meses, es su prioridad. Su último trabajo fue en Chilevisión, en la teleserie Vivir con 10. Y explica su actual situación: "Tuve dos ofertas para volver, pero las deseché porque no me convencían y he querido dedicarme por completo a mi hija. Mientras tenga que dar papa, no me veo en grabaciones", afirma. Pero Díaz de Valdés pretende compatibilizar su maternidad con las cámaras: "Me he apoyado con una enfermera infantil y la nana, así es que ya estoy más relajada y con ganas de volver a trabajar". En julio, la actriz inicia los ensayos de la obra Matanza en Zapallar, junto a Patricia López, Celine Reymond y Fernanda Urrejola.
Quien sí ha tenido que trabajar en su período postparto es Ingrid Cruz. Cuando inició las grabaciones de Lola, su hija Emilia tenía un mes. "No tuve postnatal, pero a cambio el canal me dio la facilidad de estar fuera todo mi embarazo. Al principio fue muy agotador. No me sentía buena actriz ni tampoco una madre entregada. Pero después le tomé el pulso a ambos roles", asegura. La actriz esperaba el fin de Lola, para dedicarse a tiempo completo a su hija, cuando le informaron del alargue. Cruz recuerda la noticia: "Fue impactante, porque quería dedicarle más tiempo a mi hija. Pero después entendí que la calidad del tiempo y el amor es más importante que la cantidad". El físico postparto es otra tema: "Es súper light, pero cierto. Estoy suelta como una jalea, pero por suerte mi personaje en Lola no es la súper mina, así es que el canal no me exigió recuperar mi contextura". Una situación similar en el elenco de Lola es el de Solange Lackington. Sólo 20 días de nacido tenía su hijo Joaquín cuando ella debió incorporarse a las grabaciones en UC-TV. "Siempre he estado en grabaciones y amamantando a mis hijos a la vez. Por suerte a las grabaciones me acompañan mi mamá y ahora mi comadre", dice la actriz.
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