Yoya Martínez vive una vejez digna comparada a la de otros artistas que han sufrido de precariedades económicas. A pesar de sus limitaciones físicas y mentales, mantiene la coquetería que la llevó a la peluquería minutos antes de la entrevista. Al momento de las fotos, posa como en sus mejores años. "Esta será mi última entrevista", asegura, asumiendo su avanzada edad y problemas de salud.
La actriz, de teatro y televisión vive en una casa a pasos de Chilefilms. La comparte con dos amigas, Eliana y Adriana (de 72 y 85 años de edad, respectivamente), quienes son su única compañía. Yoya Martínez enviudó hace 18 años del músico Lorenzo Da Costa, no tiene hermanos y su único hijo murió con apenas 15 años. Sus visitas son escasas, pero fieles. La actriz Mónica Carrasco y Sergio Valdés suelen ir a verla, éste último es recordado por interpretar al hijo menor de Los Venegas (Memo) en sus primeras temporadas. Hoy Valdés es ingeniero, vive en el sur e invitó a Martínez a su matrimonio. Pero la actriz no pudo ir: estaba enferma. "A Memito lo adoro como si fuera mi nieto, lamenté mucho no haber podido ir a su matrimonio", dice.
Yoya Martínez ve y escucha muy poco, por lo mismo ya no lee ni ve televisión como acostumbraba. De algún modo vive desconectada del mundo. Además, por su deterioro, no ha podido regresar a Los Venegas, serie de TVN que ya suma 20 años en pantalla.
Los integrantes de Los Venegas asumen resignados la forzada salida de Martínez. "Yoyita es una gran pérdida para el elenco, sin ella la serie no es lo mismo. Creo que Los Venegas se acercan a su fin. Al menos, creo que será mi última temporada en la serie", se lamenta Mónica Carrasco, que interpreta a Silvia en la producción familiar de la estación pública. En tanto, la productora general de Los Venegas, Ana María Aguilar, coincide con Carrasco: "La salida de Yoyita es una pérdida muy sensible, ella es irreemplazable", afirma quien asumió la dirección provisoria de Los Venegas en reemplazo de Jorge Ramírez.
La serie ha mantenido un rating promedio superior a los 10 puntos, además en su vigésima temporada sumó dos nuevos auspiciadores. Aún así, los miembros más antiguos del elenco acusan desgaste y se han quejado del nulo apoyo de TVN para promocionar la nueva temporada. Además de la salida de Yoya Martínez y la probable renuncia de Mónica Carrasco, Jorge Gajardo también podría seguir sus pasos. El actor está preparando su candidatura como alcalde de La Florida, por el Partido Socialista, donde ya es concejal. De participar y ganar en las próximas elecciones municipales, Gajardo replantearía su continuidad en Los Venegas.
Blindada de emociones fuertes
Curioso es que Yoya Martínez ignore del fallecimiento de Julio Martínez y Ana González, más aún cuando muestra, como uno de sus fotos más preciadas, una imagen en que sale sonriente y abrazada al fallecido comentarista deportivo. Con Ana González no fueron amigas, pero sí cercanas compañeras de teatro que compartieron numerosos montajes. De hecho, Martínez acompañó en el escenario a González, en 1995, cuando ésta olvidó el libreto en una función de la obra Viejas. Según explican las amigas de Martínez, ella no está en condiciones para enfrentar emociones fuertes. Además de lagunas mentales y gastritis crónica, en los últimos años la actriz de Los Venegas ha debido lidiar con problemas cardíacos.
"Yoyita está muy sensible y, por lo mismo, no le hemos contado que don Julio y Anita murieron. Sería un golpe muy fuerte para ella, y no la queremos exponer a noticias tan sensibles", cuentan sus amigas, que la han blindado de emociones fuertes y malas noticias.
El gesto de Chilefilms
Aunque casi no ha podido trabajar en las últimas dos temporadas, Chilefilms (donde se realiza Los Venegas) le ha pagado la totalidad de sus honorarios. El rostro de TVN vive con 198 mil pesos mensuales, obtenidos de una pensión de gracia y su jubilación, más el sueldo que recibe de Chilefilms por la temporada de seis meses.
¿Cómo ha asumido el no poder actuar en Los Venegas por sus problemas de salud?
No ha sido fácil, porque es una serie que amo y quiero con el alma, por la cual la gente me recuerda y aprecia. Quiero agradecer a Chilefilms, que a pesar de mis problemas para trabajar, igual me paga la totalidad de mi sueldo. Pero tampoco me afligen mis problemas de salud, que por lo demás no son tantos ni tan graves como los que sufren otras personas de mi edad, son incluso menores. Llegar a los 95 años, poder caminar y conversar, ya son motivos para dar gracias a Dios.
Sus compañeros de elenco han dicho que Los Venegas está cerca del fin, porque están desgastados y porque la serie no es lo mismo sin usted, ¿qué le parece?
Me parece natural que piensen eso, porque el desgaste después de 20 años pasa la cuenta. Si bien los entiendo, sentiría mucho que Los Venegas desaparezcan, me daría mucha pena. El que sientan mi ausencia me halaga y emociona profundamente, pues significa que aún valgo algo.
Los días se le deben hacer largos sin poder trabajar...
No, me entretengo entre una y otra cosa. Por favor, no me pregunte qué hago en el día, para serle franca ya me olvidé de lo que hice hace un rato. Pero la verdad es que estoy media floja, duermo bastante. A veces alguien se acuerda de nosotras y nos sacan a pasear en auto con mis amigas.
A medida que pasan los años la muerte es un tema, ¿le tiene miedo?
No le temo a la muerte, pero sí al olvido. Para qué temerle a algo que, tarde o temprano, nos ocurrirá a todos. La única certeza de la vida es la muerte, por eso no se le debe temer. Lo que sí es difícil es asumir el olvido, aunque es inevitable si no estoy en televisión. Cuando se olviden de mí, sí que será un dolor grande.
¿Cómo es su situación actual? Se lo pregunto porque en este país los actores o humoristas que ya no están en televisión, viven de manera bastante precaria.
Sería una ingrata si me quejara. Sin embargo, no es fácil vivir la vejez. Pero tampoco estoy abandonada a mi suerte. Tengo la compañía y cariño de mis amigas, y eso compensa cualquier necesidad. Además, cuando puedo salir a comprar o a la peluquería, siento el enorme cariño de la gente. Me emociona que niños se me acerquen y quieran una foto conmigo. Eso me hace sentir que aún me quieren y que no me olvidan.
Tiene algún sueño inconcluso.
Sí. Quiero vivir más, para que me den el Premio Nacional de Teatro. Sería un reconocimiento del país que me llenaría de orgullo. Sería precioso que las autoridades me entregaran un premio tan importante. Creo que tengo méritos y trayectoria suficientes como para ganarlo, ¿no le parece?
Fuente y Foto : Glamorama
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