sábado, 5 de abril de 2008

Antonella Ríos: "Al estar sin trabajo con un hijo, uno se desespera"




Antonella Ríos cuenta que cuando la reclutaron para el alargue de Lola, creyó que era una broma.

Su pareja, el director de la teleserie, Italo Galleani, la llamó muy serio y le dijo: "Señorita Antonella, queremos conversar con usted para ver si puede...". La actriz se largó a reír, pero después entendió que él había querido ser tan formal con ella como lo había sido con los otros actores que había convocado para sumarse a la teleserie.


En Lola, Ríos interpretará a una fiscal muy correcta, pero que cuando se enamora se vuelve una sicópata sexual y acosa al personaje de Gastón (Diego Muñoz).


Después de estar un año y dos meses alejada de la actuación por el nacimiento de su hijo Bruno, ahora ella asegura que volvió con todo.


Y reconoce que haber estado cesante tanto tiempo fue un período muy triste para ella, que pasó por momentos en que sintió "rabia", pero de un día para otro decidió hacer un cambio y lo logró.


Empezó a estudiar un posgrado de actuación en la escuela de Alfredo Castro y se sumó al elenco de la película Super, un proyecto producido por el actor Pablo Díaz.

¿Cómo ha sido este regreso a las teleseries?

Grabé para los últimos capítulos de Lola con un personaje chico. Ahí no tenía contrato, estaba boleteando, una cosa bien esporádica, y según eso tenía entradas de plata. Ahora entré formalmente, tengo un contrato por esta segunda tanda de Lola hasta septiembre. Ha sido gratificante.

¿Ahora tiene estabilidad?
Sí, porque lo pasé remal. Estuve sin pega harto tiempo, estaba cesante, desempleada totalmente, no recibía plata de ningún lado. A lo mejor se podía pensar que durante mi embarazo recibía un sueldo mensual, pero nada. Al estar sin trabajo con un hijo, uno se empieza a desesperar, porque todo es plata y gastos. Yo tengo a mi pareja, pero estoy acostumbrada a ser independiente. Tuve un período de rabia y pena, pero se me pasó. Hice un cambio, decidí pensar en positivo.

La inestabilidad propia de su rubro.

Es fuerte. Antes tenía contrato anual, no era millonario ni mucho menos, pero era estable. Ahora pasa lo contrario, pero estoy contenta, porque sé que tengo una fecha de tope, y puedo organizar mi vida o ver otras ofertas de acuerdo a eso.
Se puede pensar que al ser usted pareja del director de Lola, Italo Galleani, es mucho más fácil tener trabajo.
No, creo que al final es peor.

¿Le juega en contra?

Siempre. Porque hace que haya temores de herir susceptibilidades. Pero nosotros sí podemos trabajar juntos con profesionalismo. Confío y me encanta trabajar con él, porque es talentoso en lo que hace, y no lo digo sólo yo, sino también mis compañeros. Pero puede haber comentarios, aunque no estoy pendiente de eso. Se puede creer que es más fácil para mí, pero no.

¿En qué cosas es más difícil?

Desde que Italo me exige mucho más, hasta que yo misma lo hago, para que no se diga que tengo privilegios. Y ambos queremos ser éticos. El no muestra preferencia, al contrario. Y para mí trabajar con él es estimulante. Italo es como mi Paribeth, mi gurú.

¿Ha sido difícil sumarse a este alargue, entrar a una historia ya formada?

Al principio sí, porque el primer día que grabé estaba tiritona, tartamudeaba, como que no me quedaba bien la ropa, pero después me relajé. Lo último que hice fue Descarado y Los Sá-Sá. Y es difícil retomar, sobre todo porque después de ser mamá estás en otra dinámica. Tu cuerpo y cabeza están diferentes, pierdes el training.

Entonces le costó retomar el trabajo después de tener a su hijo.

Tenía muchas ganas de volver, y es difícil, porque pasa de todo. A veces nadie te puede cuidar a tu hijo, se enferma... pero tengo una persona que me lo cuida y mi mamá también me ayuda. En general todo el mundo se ofrece para cuidar a mi poroto, que es muy rico. Y lo otro es darse cuenta que ser mamá es muy fuerte, la responsabilidad de llevar una casa. A veces lo único que quiero es que sean las 11 de la noche para poder acostarme a dormir.

El alargue de Lola ha sido calificado como una apuesta riesgosa.

Viéndolo antes, como espectadora, le decía a Italo: "Esto no puede ser". Pero ahora con la onda, el guión, como se ha unido un grupo de actores que no habían estado juntos, se ha generado algo muy similar a lo que pasó con Brujas (2005). Puede que sea una apuesta riesgosa y todo eso, pero el libreto está entretenido y divertido de leer. Hace rato que no me reía tanto con un texto, creo que desde Brujas.



Fuente : Glamorama

Foto: Photobucket.com

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